CAOS versus ORDEN

                                             

Durante mucho tiempo hemos creído que el Caos era lo opuesto al Orden. Sin embargo eso no es del todo cierto.

Para mí, el caos forma parte del orden.
En realidad, es el mecanismo mediante el cual el Universo provoca el cambio necesario para  evolucionar

El Caos equivale a movimiento, convulsión, agitación...en definitiva, a Cambio.

Tras ese movimiento caótico, vuelve a regenerase de inmediato un nuevo orden, una nuevo esquema armónico , un nuevo paradigma.

Del mismo modo que la tormenta y la calma, ambas forman parte del mar.

Nuestro planeta atraviesa ahora un proceso caótico, y observamos también como a menudo en nuestras vidas ocurre lo mismo, puesto que todo está unido y formamos parte de ese Todo.

Cuando pasamos por temporadas caóticas es signo inequívoco de que un cambio se aproxima a nuestras vidas. 

Y si tomamos prespectiva sobre los hechos, podemos ver claramente como todo ese tiempo convulso nos ha empujado a un nuevo estado, a un nuevo orden vital más acorde con el momento evolutivo universal.

El Orden no tendría sentido sin el Caos. Todo sería inmóvil, inerte, apático.

Sin embargo tememos al Caos porqué nos lleva hacia lo desconocido, e incluso cuando no nos gusta la vida que tenemos preferimos a menudo mantenerla antes que arriesgarnos a un cambio. Nos resistimos... Pero sin cambio, no hay evolución. Y sin evolución, no hay armonía. 
Sin caos, no hay orden, solo estancamiento.

La diferencia entre Orden y Estancamiento reside precisamente en la Armonía. El Orden es armónico nos proporciona paz, alegría y bienestar.
El Estancamiento nos ahoga, nos limita y nos consume.

Ese Orden divino y amoroso que rige el Universo cambia y evoluciona  constantemente para no estancarse, y sostener su Armonía y lo hace a través del caos.

Así que cuando el Caos llegue a tu vida, bendícelo y recuerda que es el preludio de un cambio que te ayudará a avanzar, a crecer y a encontrar la Armonía y la Paz del Orden Universal.

Bendiciones para todos.

Esther

19 de Febrero 2012