lunes, 15 de abril de 2013


Las 7 Realidades



Las 7 realidades vibratorias

La realidad, tal y como la concebimos, es aquel escenario en el que vemos, oímos, sentimos e interactuamos. Es aquello que nos sucede, el espacio donde se manifiesta la acción. La nuestra y la de nuestros semejantes.
Dicho esto, lo que hemos aprendido es que Solamente existe una única realidad, indiscutible e irrefutable. Pero, ¿y si no fuera cierto?, y si la realidad dependiera de factores relacionados con las frecuencias de onda,  lo que los místicos llamamos vibraciones?.
 Lo que llamamos realidad es de hecho una Percepción de lo que existe fuera. Y lo que existe fuera no es otra cosa que un reflejo, un espejo, de la misma vibración que emitimos desde nuestro interior, en función de la escala vibratoria en la que nos encontramos dentro.
El libro ‘La Iniciación’ de Elisabeth Haich explica muy bien en qué consisten estas 7 realidades.  Existen tantas como planos vibratorios. Cada vez que saltamos de plano vibratorio, de frecuencia de onda,  cambia nuestra realidad. Hasta donde sabemos, en una misma encarnación ( a la que llamamos Vida, aunque para mí son conceptos distintos,ya que la Vida existe también sin cuerpo) no es posible saltar de una dimensión a otra. Necesitamos explorar y experimentar cada una de ellas durante múltiples encarnaciones. Y esto es así en las tres primeras dimensiones.
En la primera dimensión tendríamos a las piedras, los minerales y las plantas, cuya realidad existe únicamente en el plano de la materia física. Ellos reciben y emiten una frecuencia vibratoria que conforma el mundo de la materia, y esa es Su Realidad.
En la segunda, tendríamos a los animales. El Ser humano también perteneció a esta dimensión en épocas pasadas. Los Neandertales eran animales humanos de segunda dimensión. En ella se adquiere la capacidad de sentir emociones,  de experimentar el placer y el dolor. Y Esta, que engloba a la primera, conforma su única realidad.
En la tercera dimensión se manifiesta la realidad del Hombre. Del Homo Sapiens. Que además de sentir, es capaz de pensar y de crear, de inventar.  Se identifica a sí mismo y tiene conciencia de su existencia. Yo soy.. Pero el resto está separado de mí. Engloba también a las dos primeras, es decir percibe la materia y las sensaciones, pero ahora además piensa. Y estos tres planos componen su única realidad que engloba a las dos anteriores.
Pero qué ocurre  a partir de la cuarta?. Que el cambio inamovible de plano en la existencia, pasa a ser fluctuante. Es decir, que puede trascenderse de la tercera a la cuarta dimensión vibratoria en una misma encarnación. A este proceso le llamamos 'Despertar'. Y Este es el momento evolutivo actual en el que se encuentra una gran parte de la Humanidad.

El Ser humano es el único ser  facultado en la Tierra para empezar a tomar conciencia de la existencia de otras realidades. Para recorrer los 7 estados vibratorios y sus 7 realidades. Y su evolución pasa del  Yo soy ( en minúsculas ) al YO SOY en mayúsculas. Es decir a la comprensión de que existe algo más, llamado Conciencia o Alma, que puede crear y co-crear más allá de su Ego o personalidad,  que está en comunión con el resto de seres vivos y con el principio creador del Universo.  Despierta la Compasión como cualidad divina, como el saber ponerse en la piel del otro.  La realidad de la ‘Separación’ y el individualismo se transforma en ‘Unidad’ y Fraternidad.  Empieza a sentir el Amor Universal,  distinto del amor romántico que pertenece al mundo tridimensional de los pensamientos y emociones. Aprender a amar incondicionalmente, a sentir que forma parte de un Todo, a percibir a los árboles, la Tierra, y  al resto de la humanidad como sus hermanos, sus semejantes. Es la Cuarta dimensión.  Cuando el Ser humano salta a esta dimensión energética, toda la realidad empieza a transformarse .
 Comprende las tres realidades anteriores como parte de sí mismo y de su evolución pero ya no se identifica con ellas.  Siente su existencia como ser energético. Esta nueva realidad es un portal, una bisagra que abre las puertas a la percepción de las realidades vibratorias más cercanas a la Unidad, al Orígen.

La Quinta dimensión se vibra en el plano del éter, que ya no es solamente energía tal y como la concebimos, sino un grado todavía más sutil. Es el plano en el que la vibración electro-magnética del corazón que actúa en la cuarta dimensión se transforma en ondas sutiles,  en vibraciones puras de luz y sonido. Más allá del pensamiento, del juicio y de las emociones. En este plano vibratorio la capacidad de comunicar trasciende el tiempo y el espacio,  la información viaja a través de la red etérica y por tanto podemos acceder a ella desde un paradigma distinto. El Hemisferio derecho de los seres humanos despierta para poder facultar las funciones que le corresponden.  Se activan capacidades telepáticas,  se percibe por tanto esa realidad etérica y la posibilidad de comunicarse con seres no corpóreos, a los que en función de la vivencia o condicionamiento cultural,  se les llama Ángeles, Maestros o Avatares. Esta realidad comprende a los cuatro planos anteriores, pero ampliando y sutilizando los canales perceptivos, adquiriendo por tanto una nueva comprensión de la Realidad multidimensional.

La Sexta dimensión nos acerca cada vez más al principio Creador del Universo. A Dios.  A la Fuente original de armonía, amor y ecuanimidad que rige el Cosmos y  todas las Realidades. El Pensamiento deja de ser el de la mente intelectual para acceder a la Sabiduría  y a el Conocimiento Supremo. La Mente humana se convierte  en la Mente divina, en el Observador que no enjuicia,  y la visión trasciende el tiempo y el espacio, es decir, el pasado y el futuro se pueden percibir como un presente continuado, trascendiendo la percepción de la propia existencia que engloba no solamente la encarnación actual sino los aprendizajes integrados en todas las reencarnaciones pasadas.  El hombre se convierte en Maestro,  actúa desde la impecabilidad, la pureza y utiliza su sabiduría para guiar y apoyar el proceso de otros.  La Visión se convierte en Videncia, en la percepción  del águila que puede ver todas las realidades subyacentes desde una perspectiva más elevada. Su Realidad engloba a las anteriores.

La Séptima dimensión nos devuelve a la Unidad original. A la realidad del Espíritu. En lenguaje humano lo llamamos Iluminación ,Nirvana , Gracia. Este es el último estadio evolutivo del Ser Humano en su recorrido por las distintas realidades que conforman su evolución. El Ser que alcanza este estadio ya no necesita encarnar nuevamente en la Tierra.  Abandona su cuerpo de forma voluntaria y consciente. Se convierte en un Satori, un Buda, un Maestro.  Puede ya desprenderse del resto de realidades que le unen a la materia puesto que su evolución le ha permitido comprenderlas y trascenderlas todas, y ese camino le ha llevado de regreso hasta la fuente original de dónde partimos.  Se convierte en un auténtico Ser de Luz, una entidad Iluminada que presta su servicio desde planos vibratorios superiores y que puede ejercer de guía o Maestro a quienes aún no han alcanzado ese grado, pero ya sin estructura física.  Su Realidad es la Divinidad.

Estas 7 realidades son los 7 escalones que toda alma debe recorrer,  renaciendo en cada encarnación a partir del punto en que dejamos la anterior. En nuestro esquema energético se plasman a través de nuestros 7 centros energéticos llamados Chacras. 
 Pasamos millones de años siendo piedras , minerales o árboles. Después alcanzamos el estado animal, pasamos al estadio del ser humano y a partir de ahí, empezamos a explorar las realidades superiores hasta llegar algún día al último escalón que nos devolverá a la Unidad del Espíritu.
Pero es muy importante comprender que, sin el 1º escalón, no existe ninguna escalera. Todos los estados son igualmente importantes e imprescindibles. De hecho, el árbol puede vivir sin nosotros, pero nosotros que nos encontramos en un plano más evolucionado no podemos vivir sin él, o sin el mineral, o sin la planta que nos alimenta… Las dimensiones llamadas 'inferiores' pueden subsistir sin las 'superiores' , sin embargo sin ellas no es posible alcanzar las superiores ya que la evolución debe pasar por los planos primarios. Un grave error común en el camino espiritual es despreciar o desmerecer los planos vibratorios más densos. Es como intentar alcanzar la cima de la montaña sin haber escalado antes sus laderas.

De hecho, cuanto más ascendemos en la escalera evolutiva, más necesario es que las bases que nos sustentan estén bien integradas.  De ahí que un despertar de videncia ( 6º dimensión) sin haber primero explorado e integrado dimensiones inferiores, puede ser la causa de graves sufrimientos e incluso de desequilibrios psíquicos, en lugar de convertirse en una herramienta evolutiva del plano de la Sabiduría al que pertenece.  

Hay tanta conciencia divina en un  mineral como en el ser más iluminado. Solamente varía la frecuencia de onda en la que se emite y manifiesta.

Así pues,  pregúntate ahora cúal es la realidad para un árbol?, para un perro ? para un ser humano desprovisto de conocimientos y de amor? o  para aquél otro que ha despertado su conciencia y es compasivo y amoroso? Para un sabio? Para un Ángel? Para Dios ?
¿Cúal es la realidad?.  Aquélla con la que te identifiques. Aquélla con la tu plano vibratorio actual sintonice y perciba.  No existe pues una sola Realidad, existe únicamente una percepción subjetiva de la Realidad , en función del plano vibratorio desde la que se observa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Se ha publicado una nueva entrada