Las 7 Realidades
Las 7 realidades vibratorias
La realidad, tal y como la concebimos, es aquel escenario en
el que vemos, oímos, sentimos e interactuamos. Es aquello que nos sucede, el
espacio donde se manifiesta la acción. La nuestra y la de nuestros semejantes.
Dicho esto, lo que hemos aprendido es que Solamente existe una
única realidad, indiscutible e irrefutable. Pero, ¿y si no fuera cierto?, y si la
realidad dependiera de factores relacionados con las frecuencias de onda, lo que los místicos llamamos vibraciones?.
Lo que llamamos
realidad es de hecho una Percepción de lo que existe fuera. Y lo que existe
fuera no es otra cosa que un reflejo, un espejo, de la misma vibración que
emitimos desde nuestro interior, en función de la escala vibratoria en la que
nos encontramos dentro.
El libro ‘La Iniciación’ de Elisabeth Haich explica muy bien
en qué consisten estas 7 realidades. Existen
tantas como planos vibratorios. Cada vez que saltamos de plano vibratorio, de
frecuencia de onda, cambia nuestra
realidad. Hasta donde sabemos, en una misma encarnación ( a la que llamamos
Vida, aunque para mí son conceptos distintos,ya que la Vida existe también sin cuerpo) no es posible saltar de una dimensión a otra. Necesitamos explorar y
experimentar cada una de ellas durante múltiples encarnaciones. Y esto es así
en las tres primeras dimensiones.
En la primera dimensión tendríamos a las piedras, los
minerales y las plantas, cuya realidad existe únicamente en el plano de la
materia física. Ellos reciben y emiten una frecuencia vibratoria que conforma
el mundo de la materia, y esa es Su Realidad.
En la segunda, tendríamos a los animales. El Ser humano también
perteneció a esta dimensión en épocas pasadas. Los Neandertales eran animales humanos de
segunda dimensión. En ella se adquiere la capacidad de sentir emociones, de experimentar el placer y el dolor. Y Esta, que engloba
a la primera, conforma su única realidad.
En la tercera dimensión se manifiesta la realidad del
Hombre. Del Homo Sapiens. Que además de sentir, es capaz de pensar y de crear,
de inventar. Se identifica a sí mismo y
tiene conciencia de su existencia. Yo soy.. Pero el resto está separado de mí.
Engloba también a las dos primeras, es decir percibe la materia y las
sensaciones, pero ahora además piensa. Y estos tres planos componen su única
realidad que engloba a las dos anteriores.
Pero qué ocurre a
partir de la cuarta?. Que el cambio inamovible de plano en la existencia, pasa
a ser fluctuante. Es decir, que puede trascenderse de la tercera a la cuarta
dimensión vibratoria en una misma encarnación. A este proceso le llamamos 'Despertar'. Y Este es el momento evolutivo actual en el que se encuentra una gran parte de la Humanidad.
El Ser humano es el único ser facultado en la Tierra para empezar a tomar conciencia de la
existencia de otras realidades. Para recorrer los 7 estados vibratorios y sus 7 realidades. Y su evolución pasa del Yo soy ( en minúsculas ) al YO SOY en
mayúsculas. Es decir a la comprensión de que existe algo más, llamado
Conciencia o Alma, que puede crear y co-crear más allá de su Ego o personalidad, que está en
comunión con el resto de seres vivos y con el principio creador del Universo. Despierta la Compasión como cualidad divina,
como el saber ponerse en la piel del otro. La realidad de la ‘Separación’ y el individualismo se transforma en ‘Unidad’ y Fraternidad.
Empieza a sentir el Amor Universal, distinto del amor romántico que pertenece al
mundo tridimensional de los pensamientos y emociones. Aprender a amar
incondicionalmente, a sentir que forma parte de un Todo, a percibir a los árboles, la Tierra, y al resto de la
humanidad como sus hermanos, sus semejantes. Es la Cuarta dimensión. Cuando el Ser humano salta a esta dimensión
energética, toda la realidad empieza a transformarse .
Comprende las tres realidades anteriores como
parte de sí mismo y de su evolución pero ya no se identifica con ellas. Siente su existencia como ser energético.
Esta nueva realidad es un portal, una bisagra que abre las puertas a la
percepción de las realidades vibratorias más cercanas a la Unidad, al Orígen.
La Quinta dimensión se vibra en el plano del éter, que ya no
es solamente energía tal y como la concebimos, sino un grado todavía más sutil.
Es el plano en el que la vibración electro-magnética del corazón que actúa en
la cuarta dimensión se transforma en ondas sutiles, en vibraciones puras de luz y sonido. Más allá
del pensamiento, del juicio y de las emociones. En este plano vibratorio la
capacidad de comunicar trasciende el tiempo y el espacio, la información viaja a través de la red
etérica y por tanto podemos acceder a ella desde un paradigma distinto. El
Hemisferio derecho de los seres humanos despierta para poder facultar las funciones
que le corresponden. Se activan
capacidades telepáticas, se percibe por
tanto esa realidad etérica y la posibilidad de comunicarse con seres no
corpóreos, a los que en función de la vivencia o condicionamiento
cultural, se les llama Ángeles, Maestros
o Avatares. Esta realidad comprende a los cuatro planos anteriores, pero ampliando y sutilizando los canales perceptivos, adquiriendo por tanto una nueva comprensión de la Realidad multidimensional.
La Sexta dimensión nos acerca cada vez más al principio
Creador del Universo. A Dios. A la
Fuente original de armonía, amor y ecuanimidad que rige el Cosmos y todas las Realidades. El Pensamiento deja de
ser el de la mente intelectual para acceder a la Sabiduría y a el Conocimiento Supremo. La Mente humana
se convierte en la Mente divina, en el Observador que no enjuicia, y la visión trasciende el tiempo y el espacio,
es decir, el pasado y el futuro se pueden percibir como un presente continuado,
trascendiendo la percepción de la propia existencia que engloba no solamente la
encarnación actual sino los aprendizajes integrados en todas las
reencarnaciones pasadas. El hombre se
convierte en Maestro, actúa desde la
impecabilidad, la pureza y utiliza su sabiduría para guiar y apoyar el proceso
de otros. La Visión se convierte en
Videncia, en la percepción del águila que puede ver todas las realidades subyacentes desde una perspectiva más elevada. Su Realidad engloba a las anteriores.
La Séptima dimensión nos devuelve a la Unidad original. A la
realidad del Espíritu. En lenguaje humano lo llamamos Iluminación ,Nirvana ,
Gracia. Este es el último estadio evolutivo del Ser Humano en su recorrido por
las distintas realidades que conforman su evolución. El Ser que alcanza este estadio
ya no necesita encarnar nuevamente en la Tierra. Abandona su cuerpo de forma voluntaria y
consciente. Se convierte en un Satori, un Buda, un Maestro. Puede ya desprenderse del resto de realidades
que le unen a la materia puesto que su evolución le ha permitido comprenderlas
y trascenderlas todas, y ese camino le ha llevado de regreso hasta la fuente
original de dónde partimos. Se convierte
en un auténtico Ser de Luz, una entidad Iluminada que presta su servicio desde
planos vibratorios superiores y que puede ejercer de guía o Maestro a quienes
aún no han alcanzado ese grado, pero ya sin estructura física. Su Realidad es la Divinidad.
Estas 7 realidades son los 7 escalones que toda alma debe
recorrer, renaciendo en cada encarnación
a partir del punto en que dejamos la anterior. En nuestro esquema energético se plasman a través de nuestros 7 centros energéticos llamados Chacras.
Pasamos millones de años siendo
piedras , minerales o árboles. Después alcanzamos el estado animal, pasamos al
estadio del ser humano y a partir de ahí, empezamos a explorar las realidades superiores
hasta llegar algún día al último escalón que nos devolverá a la Unidad del
Espíritu.
Pero es muy importante comprender que, sin el 1º escalón, no
existe ninguna escalera. Todos los estados son igualmente importantes e
imprescindibles. De hecho, el árbol puede vivir sin nosotros, pero nosotros que nos encontramos en un plano más evolucionado no
podemos vivir sin él, o sin el mineral, o sin la planta que nos alimenta… Las dimensiones llamadas 'inferiores' pueden subsistir sin las 'superiores' , sin embargo sin ellas no es posible alcanzar las superiores ya que la evolución debe pasar por los planos primarios. Un grave error común en el camino espiritual es despreciar o desmerecer los planos vibratorios más densos. Es como intentar alcanzar la cima de la montaña sin haber escalado antes sus laderas.
De hecho, cuanto más ascendemos en la escalera evolutiva, más necesario
es que las bases que nos sustentan estén bien integradas. De ahí que un despertar de videncia ( 6º dimensión) sin haber
primero explorado e integrado dimensiones inferiores, puede ser la causa de graves sufrimientos e incluso de desequilibrios psíquicos, en lugar de convertirse en una herramienta evolutiva del plano de la Sabiduría al que pertenece.
Hay tanta conciencia divina en un mineral como en el ser más iluminado.
Solamente varía la frecuencia de onda en la que se emite y manifiesta.
Así pues, pregúntate
ahora cúal es la realidad para un árbol?, para un perro ? para un ser humano
desprovisto de conocimientos y de amor? o para aquél otro que ha despertado su conciencia
y es compasivo y amoroso? Para un sabio? Para un Ángel? Para Dios ?
¿Cúal es la realidad?.
Aquélla con la que te identifiques. Aquélla con la tu plano vibratorio
actual sintonice y perciba. No existe pues una sola
Realidad, existe únicamente una percepción subjetiva de la Realidad , en función
del plano vibratorio desde la que se observa.
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